Este verano he estado trabajando con intensidad, entre pausas en la playa o la piscina. Principalmente escribiendo y documentando vivencias y aprendizajes en lo relativo a conseguir ventas, a estructurar una propuesta de valor atractiva y auténtica, y diferenciarse de la competencia, entre otras cosas.

Me he dado cuenta mientras escribía, de que hay empresarios que conocen más o menos en términos generales qué tienen que mejorar para conseguir mejores resultados. Y aún así parece que lo que les falla es la implementación.

¿Haces networking o padeces de fomorking?
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No es que no sepan cómo conseguir herramientas o mejores estrategias. Es que la implementación de esas herramientas o soluciones les apartaría de su busyness. Sí busyness con ‘Y’. En inglés la palabra business significa negocio, como bien sabes. Y hace relativamente poco tiempo se ha acuñado un nuevo término que aplica a un sector muy amplio de empresarios y profesionales; eso mismo, busyness.

Busyness viene de la combinación de busy, que significa ‘ocupado’, y business que como decíamos es ‘negocio’. Esta palabra hace referencia al hábito de renunciar a salir de la situación en la que el empresario está siempre liado haciendo cosas que le hacen sentir que está trabajando, pero que aportan poco valor a la hora de conseguir sus objetivos.

Con la llegada del networking empresarial hace un década (quizá en tu país fue antes o después), la proliferación de organizaciones de networking que ofrecen eventos para conocer otros empresarios es notable. En una era en la que nuestros dispositivos móviles compiten por nuestra atención directamente con nuestra familia, amigos, y experiencias reales, el networking profesional de bajo aporte de valor es un nuevo competidor.

‘Éramos pocos, y parió la abuela’, solía decir mi madre. Si el empresario no tenía ya un déficit de tiempo y capacidad para organizarse, ahora padece de fomorking. ¿Qué es fomorking? Creé este término a partir de otro existente, y quiere decir Fear Of Missing Out on networking (el miedo a perderse algún sarao con la etiqueta de networking en el título).

No hay institución, empresa, asociación, etc., que no organice algo que es un networking, o empieza o termina con un networking, en el que siempre hay algo divertido o interesante, pero no siempre algo que encaja con tu estrategia y objetivos.

Trabajar en nuestra empresa es eso, trabajoso. Tienes que formar un equipo alrededor tuyo, formarles, estructurar el trabajo, supervisar, liderar, tener conversaciones significativas con empleados, colaboradores, socios, clientes, proveedores, planificar, reuniones, preparar campañas, encerrarte contigo mismo para trabajar en tu estrategia empresarial, formarte, exprimir valor de tu coach empresarial, y muchas cosas.

Cuando un emprendedor encuentra alicientes en practicar foworking e ir de evento en evento, que no tiene en su propio proyecto empresarial, corre el riesgo de perder la noción de lo que en términos reales les ayuda a tener éxito. Nano y micro empresarios que invierten cada vez menos tiempo en mejorar sus empresas, a la vez que pasan cada vez más tiempo en encuentros sociales que les distraen.

El efecto del fomorking es analgésico. Como el empresario experimenta desafíos y dificultades en sus proyectos, practica fomorking y así olvida el dolor mientras lo practica. Cuando el efecto se pasa, continúa teniendo la misma empresa con problemas estructurales, ahora agravados por su escapismo empresarial.

El fomorking tiene las características de cualquier otra adicción. Te consume recursos que no tienes. A veces te avergüenzas y te encuentras justificándote ante tu socio, empleados, familia, porque empiezan a notar que no estás al 100% en tu negocio. Te notan descentrado, siempre de sarao en sarao. Y con resultados en términos de ventas más bien decepcionantes.

El subidón de conocer gente, y ser el centro de atención ocasionalmente, poder salir de la ‘cueva’, y distraerse, es como el viaje psicodélico que genera un bajón a corto plazo y consecuencias de mayor envergadura a largo plazo.

¿Cómo sabes si eres un networker o un fomorker adicto?

  1. Acudes a eventos y al día siguiente te sientes culpable porque no te han aportado valor relevante, o te han costado una oportunidad por haber faltado a algo realmente importante en tu empresa.
  2. Pierdes interés en cosas importantes de tu empresa o de tu vida personal que antes te ilusionaban y te aportaban sensación de logro personal.
  3. Si intentas dejarlo tienes síndrome de abstinencia, ¡te da el mono! Lo echas tanto en falta que no aguantas sin hacerlo.
  4. Intentas ocultar de otras personas que vas a un evento que no te sirve realmente para mucho. Te engañas a ti mismo justificando con razones cogidas con hilos por qué acudes a ese sarao.
  5. Tu tolerancia a los eventos cada vez es mayor. Cada vez acudes a más eventos, te quedas hasta más tarde, te involucras más en los mismos, y pierdes la noción del tiempo.
  6. Has dejado de monitorizar los resultados que te ofrece hacer fomorking. (Tú por supuesto aún lo llamas networking) Has dejado de prestar atención a los indicadores de resultados que antes eran tan importantes para tu actividad de networking.
  7. Te repites una y otra vez ‘Pues claro que lo controlo yo’, mientras asumes costes, riesgos y sacrificios desproporcionados por seguir acudiendo a saraos. ¿Qué es un riesgo o sacrificio desproporcionado? No dispones de más horas al día. Acudir a un evento que no encaja en una estrategia planificada en el que difícilmente obtendrás Resultados con mayúscula, es como comprar lotería. Una improbabilidad infinita que vacía tus recursos.
¿Cómo hacer networking y tener resultados?

¿Conoces a alguien que padece fomorking? La buena noticia es que tiene solución, la desintoxicación es posible.

Primero tienes que querer curarte, como en cualquier otra dependencia. Y esa es una fase que tarda en llegar. La fase de negación es muy prolongada. Una vez que te sientas en disposición de mejorar, necesitas clarificar de nuevo tus objetivos personales y empresariales.

¿Para qué vas a los múltiples saraos con o sin etiqueta de networking? ¿Qué logros y beneficios te están aportando? ¿Debes racionalizar a qué tipo de eventos acudir? ¿Te has hecho un presupuesto de tiempo y entiendes al detalle el coste de tu adicción al fomorking? ¿Cómo mejoraría tu productividad si solamente acudieras a eventos que te aportan un alto valor? ¿Necesitas entrenar tu capacidad de decir ‘no’ cuando te presionan para asistir a encuentros que no están alineados con tus objetivos personales y profesionales?

¿Y si te ayudara a trazarte un Plan Anual de Networking que te ayude a conseguir tus metas empresariales? No tienes más que pedirme más información y me encantará ayudarte.

Happy Networking, Goodby Fomorking!